Durante las últimas 48 horas, XRP ha repuntado alrededor de un 10%, oscilando entre 2,75 y 3,00 dólares, lo que indica que el activo atraviesa un periodo de consolidación. Aunque el reciente rebote no logró que XRP superase durante mucho tiempo el umbral de los 3,10 dólares, evidencia que los compradores siguen teniendo presencia en el mercado. Los inversores a corto plazo no han abandonado completamente sus posiciones.
El experto en análisis on-chain Ali Martinez señala que se acumularon de forma intensa unos 1.800 millones de XRP cerca de los 2,80 dólares, lo que sugiere que esta área podría actuar como soporte temporal a corto plazo. No obstante, el soporte más consistente y relevante se encuentra en torno a los 2,48 dólares, nivel en el que aproximadamente 141 millones de XRP cambiaron de manos.
(Fuente: ali_charts)
El analista técnico CRYPTOWZRD apunta que, si el gráfico diario consigue mantenerse por encima de los 3,20 dólares, XRP podría romper la siguiente resistencia en 3,30 dólares y el anterior máximo de 3,65 dólares. Por el contrario, si XRP no logra mantenerse por encima de ese nivel, lo más probable es que el precio siga consolidándose en el rango de 2,80 a 3,03 dólares.
Según las plataformas de seguimiento de mercado, desde los máximos alcanzados por XRP en julio, algunos grandes inversores han comenzado a realizar ganancias, vendiendo más de 700 millones de XRP —valorados en unos 2.100 millones de dólares— en solo una jornada, lo que ha añadido presión a corto plazo al mercado. Aunque esta acción parece estar ligada a la toma de beneficios, ha empujado a los inversores minoristas a mantenerse al margen y ha debilitado la confianza alcista general.
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XRP atraviesa una fase clave de consolidación, con el nivel psicológico de 3,00 dólares experimentando una notoria presión compradora y vendedora tanto por parte de alcistas como de bajistas. Si se mantiene el soporte en 2,80 dólares y se produce una ruptura con alto volumen por encima de los 3,20 dólares, el precio podría volver a poner a prueba los máximos recientes de este mes. Sin embargo, la estructura del mercado continúa imponiendo presión bajista, especialmente a medida que los grandes inversores realizan beneficios y surgen señales técnicas de advertencia. Los operadores a corto plazo deben extremar la gestión de riesgos y vigilar de cerca los niveles de soporte más relevantes.